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La atemporal y etérea figura de Hatia proyecta la belleza del movimiento, del equilibrio y de la fluidez. Con curvaturas que convergen en cortes rectos y limpios, Hatia personifica la fuerza con la que fluye el agua. Gallardo y positivo, el conjunto mana hacia arriba con gran porte, encontrándose en todo momento al servicio de quien lo emplee.